CON AMOR, SOFÍA

CON AMOR, SOFÍA

 

Hola, mi nombre es Sofía y tengo 24 años.

Soy de El Salvador y me dedico al diseño y marketing, me encanta la cultura pop, viajar y aprender cosas nuevas… ah, y soy tauro jajaja. Actualmente estoy en España por estudios.

Mi infancia en mi país, en el entorno familiar fue muy linda, crecí con mis dos padres y mi abuela materna; ellos me enseñaron muchísimo acerca del amor propio, el respeto hacia los demás y la importancia de la constancia y el estudio, además, soy hermana mayor, y el hecho de que te digan que debes ser ejemplo y guía, me ha hecho sentir un compromiso muy grande.

En cuanto al ambiente externo, fuera de mi núcleo familiar, fue complicado. Mi paso por la escuela, desde el inicio fue marcado por bullying, fui acosada y juzgada por mi físico y por tener buenas calificaciones, luego pasó a ser porque me gustaban las chicas, pero pronto llegaré a ese tema en particular.

Bueno, el proceso interno de conocerme, descubrirme y aceptarme como lesbiana fue intenso, oscuro, y lleno de aprendizaje. Lo supe desde pequeña, pero no conocía la definición, luego la descubrí en mi escuela, una escuela católica en el que ser lesbiana era además de un pecado, un insulto, una anormalidad y una razón válida para aislar, juzgar y denigrar a cualquier chica de la que “sospecharan”.  Esto fue sumamente chocante para mí, y al crecer me generó mucho miedo, me hizo rechazarme, querer cambiar y preguntarme por qué era así, y me cuestioné todo esto no sólo por la escuela, sino por la sociedad, llena de odio e ignorancia y por el miedo que sentí al pensar que iba a decepcionar a toda mi familia y conocidos; considero que esto en particular nos pasa a la mayoría de jóvenes LGBTIQ+.

Me llegué a sentir muy sola, sin nadie con quién hablar respecto a lo que sentía, y mi único escape fue internet y me eduqué mucho respecto a temas LGBTIQ+. El miedo que tenía era qué iban a pensar los demás acerca de mí, mi familia en particular, y me pasó que, toda mi vida mi esforcé para hacerles sentirse orgullosos de mí, estudiando demasiado y destacando académicamente para que, según yo, el día que se enteraran de mi orientación sexual, se quedaran con que por lo menos les había dado el orgullo de ser una profesional, y es que, en la sociedad en la que crecí, un país machista y lgbtiq+fóbico, tu orientación sexual no heterosexual es como una mancha, algo grave y negativo y tema de discusión y conversación de todos, por lo que yo pensaba si se enteraban de que soy lesbiana, iba a arrojar a la basura todo lo bueno que los demás veían en mí.

En mis últimos años de escuela, sufrí bullying, porque se enteraron de que tenía novia, que también iba a la misma escuela, nuestras propias amigas nos juzgaron, rechazaron y aislaron. Luego en la universidad me sentía más libre, hice nuevos amigos y al pasar el tiempo les comenté que estaba en la relación con una mujer, tenía miedo a su reacción, pero todos lo tomaron con naturalidad y me sentí segura. Aún así, fuera de ese sistema de apoyo, aún había miedo e inseguridad. En mi país es imposible incluso que dos hombres o dos mujeres caminen de la mano, es peligroso, y debes esconder tu relación por cuestiones de seguridad, laborales y de reputación, como si se tratase de algo malo, por lo tanto, no puedo mostrarme y sólo ser.

Desde que llegué a España me sentía convencida de que podría sentirme más yo, y así ha sido, aunque me ha resultado un poco difícil conocer a personas nuevas, porque soy medio tímida, he encontrado una comunidad de la que me siento parte, y es bonito sentirse comprendida y apoyada y libre, he aprendido a aceptarme, a comprender que no hay nada malo en mí, y poco a poco voy tomando el valor de ser yo, y sentirme orgullosa al respecto. Aún no he “salido del armario” por completo, espero hacerlo, pero a mi manera, sólo siendo yo. A la conclusión que he llegado es que, debo permitirme sentirme bien conmigo, ya que nadie va a vivir mi vida, no le debo explicaciones a nadie, y no quiero arrepentirme cuando sea mayor, de que por miedo a lo que los demás piensen o digan, no viví todo lo que yo quería ni amé a quien quería.

Mi consejo: No hay nada malo en ti, el proceso de aceptarte puede ser largo y complejo, y es normal tener miedo, sólo recuerda que todo va a mejorar, busca redes de apoyo y abrázate y siéntete orgullose de quién eres.

Un abrazo.

CON AMOR, Sofía.

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