Déjame hacer

Déjame hacer

 

Desde pequeños nos han alejado de lo que se considera femenino: “no hagas esto que es
de niñas”, “no te pintes los labios”, “no muevas tanto las manos”, “¿cómo vas a apuntarte a
ballet?” Estas prohibiciones que parecían inofensivas, a algunos nos alejaban de nosotros
mismos y de nuestra felicidad.

Esta imagen representa el momento de empoderamiento en el cual nos permitimos llevar la
corona que nos han prohibido tanto tiempo.
Esta corona representa la ropa, el maquillaje, las expresiones, los juegos o las películas que
no nos han dejado disfrutar. Todo esto, para algunos de nosotros, forma parte de nuestra
forma de ser, de vivir, de relacionarnos, de ser felices.

Nuestra familia, nuestro colegio, la sociedad, nos marca un camino a seguir que se nos
presenta como el único y el correcto. Cuando salimos un poco de esa senda, las
consecuencias pueden ser muy crueles.

Como seres humanos somos, diversos, diferentes, en constante evolución.
Nadie puede marcarnos, encerrarnos en una jaula, ponernos normas, arrebatarnos la
corona.

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