5 Años de Ley LGBTI en Extremadura

5 Años de Ley LGBTI en Extremadura

Hace 5 años, cuando nos abrazábamos emocionadxs en la Asamblea de Extremadura, nadie, absolutamente nadie, ni haciendo un trabajo de ficción, podría haber imaginado, ni en el peor de los escenarios, que el quinto año de ese diecinueve de marzo lo celebraríamos así, viendo cómo mueren las personas más débiles, despidiendo seres queridos, encerradas, convirtiendo los temores en ingenio, tratando de no dejar al miedo huecos por donde entrar, con un runrún que asoma cada mañana, o a media noche, o cuando miramos a los ojos a nuestrxs hijxs. Tampoco hoy somos capaces de intuir que consecuencias tendrá en nuestro mañana esto que nos arrasa, que nos afecta por primera vez a todas las personas, a todos los países en casi todos los continentes.

A pesar de todo hoy es 19 de marzo, sí, un día que, para muchas, supuso que siempre tendríamos algo que celebrar ese día tan castizo y excluyente del calendario y, a pesar de los pesares, incluso con más sentido que nunca, hoy hay que recordarlo.

Hace 5 años pusimos a todos los partidos políticos de acuerdo para decir sí a la ley LGBTI extremeña, si a la protección y reconocimiento de la diversidad en nuestra región, hace 5 años, en nuestros abrazos nos trasmitimos que merecía la pena empeñarse en lo que se cree, en lo que es de justicia.

Hace 5 años nos apretábamos las manos, estábamos cerca, porque cuando lxs humanxs hacemos cosas importantes lo celebramos así. Esta es la razón de ser este encierro cruel, doblemente cruel para quienes han perdido el derecho hasta a despedir y dar el último abrazo a sus seres queridos, o ese último beso que, helando el alma, permite dar paso al duelo.

Estas líneas no pretenden reforzar esa zozobra que tenemos todas, al contrario, pretenden poner en valor eso que alcanzamos juntas, eso que nos empuja a abrazarnos, eso que abre caminos, eso que suma e incorpora al grupo, al espacio de la ciudadanía, a quienes están al margen.

Esta crisis nos ha recordado que estamos más conectadas de lo que imaginamos, esto nos ha recordado que somos vulnerables, pero también que la debilidad solo se puede enfrentar con quienes te quieren y apoyan, con “la tribu”.

Por esto, aunque sabemos que dentro de un mes todo habrá cambiado, algo es seguro: el día siguiente, cuando esta pesadilla acabe, y haya que reinventarse, esa ley, nos permitirá recordar que en todo lo que hagamos tenemos que incluir a todas y todos, en todos los análisis, desde todas las perspectivas, las personas lgbti y nuestras familias tenemos que ser reconocidas.

Por eso, a pesar de lo extraño, a pesar de los retrasos, nos sobran los motivos para celebrar y reivindicar esa ley que nos peleamos y nos dimos las extremeñas y extremeños de bien el 19 de marzo de 2015

Silvia Tostado Calvo

Presidenta FTEx

 

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